La microfibra es un material artificial revolucionario. Inventado por japoneses en la década de los 70. Su composición suele ser poliéster y poliamida. Las fibras tienen menos de una micra de diámetro (100 veces más finas que un cabello humano), dos veces más finas que la seda, tres veces más finas que la lana y ocho veces más finas que el algodón.
La microfibra es ideal para la limpieza de todas las superficies e imprescindibles en el detailing y cuidado del vehículo. Por ejemplo, las toallas de microfibra son muy efectivas atrayendo la suciedad y absorbiendo líquidos, gracias su estructura en forma de estrella y su carga estática.
Un ventaja fundamental es que no arañan las superficies delicadas del automóvil como la carrocería (pintura) o plásticos.
Aportan una mayor durabilidad frente a otros materiales. A diferencia del algodón, son más finas, soportan mejor la abrasión, no dejan pelusa, poseen propiedades antibacterianas, son más absorbentes y secan más rápido.
Las toallas de microfibra están presentes en la mayoría de técnicas y trabajos de detailing. Son un accesorio indispensable.
Se comercializan en cientos de formas, tamaños, espesores, colores y acabados.
El grosor de las toallas se mide en GSM (gramos por metro cuadrado). Cuanto más grosor tiene la toalla más aumenta su capacidad de absorción y durabilidad. Las toallas más mullidas que encontrarás, por ejemplo para retirar ceras, suelen tener 500 GSM. Otras para secar el coche llegan hasta los 1.200 GSM.
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